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domingo, 8 de marzo de 2015

Alexander Graham Bell


Fue  científico, inventor y logopeda británico. Contribuyó al desarrollo de las telecomunicaciones . Su madre era sorda, lo que influyó profundamente en su trabajo. Sus investigaciones le llevaron a intentar conseguir la patente del teléfono en América, obteniéndola en 1876,3 aunque el aparato ya había sido desarrollado anteriormente por el italiano Antonio Meucci, no siendo éste reconocido como su inventor hasta el 11 de junio de 2002.
Alexander Bell nació en Edimburgo, Escocia, el 3 de marzo de 1847 y murió de anemia en 1922 en Nueva Escocia, a la edad de 75 años.
Al nacer le pusieron por nombre Alexander. Más tarde, suplicó a su padre que le pusiera un segundo nombre, como había hecho con sus dos hermanos. Con motivo de su undécimo cumpleaños, su padre le permitió adoptar "Graham" como segundo nombre, debido a la gran admiración que sentía hacia un amigo canadiense de la familia llamado Alexander Graham.
En 1860 Antonio Meucci saca a la luz su invento, el "teletrófono". En una demostración pública, la voz de un cantante se trasmitió a una considerable distancia. Consciente de que alguien puede robarle la patente, pero incapaz de reunir los 250$ que cuesta la patente definitiva, tiene que conformarse con un trámite preliminar de presentación de documentación que registra el 28 de diciembre de 1871 y que puede permitirse renovar sólo en 1872 y 1873.
En cuanto tiene el acuse de recibo de Patentes, vuelve a empeñarse en demostrar el potencial de su invento. En 1876, Alexander Graham Bell registró una patente que realmente no describe el teléfono pero lo refiere como tal. Cuando Meucci se enteró, pidió a su abogado que reclamara ante la oficina de patentes de los Estados Unidos en Washington, algo que nunca sucedió. Sin embargo, un amigo que tenía contactos en Washington, se enteró de que toda la documentación referente al telégrafo parlante registrada por Meucci se había perdido. Una investigación posterior puso en evidencia un delito de prevaricación por parte de algunos empleados de la oficina de patentes con la compañía de Bell.
En el proceso legal de 1886, Meucci tuvo que lidiar, incluso contra sus propios abogados, presionados por el poderoso Bell, pero Meucci supo hacer entender al juez que no cabía duda en cuanto a la autoría del invento registrado. A pesar de que el gobierno de Estados Unidos inició acciones legales por fraude contra la patente de Bell, el proceso embarrancó en el arenal de los recursos por los abogados de Bell, hasta cerrarse a la muerte de Meucci en 1889.
Meucci falleció pobre y amargado y jamás vio la gloria y el reconocimiento de su talento, el cual chocó con su escaso conocimiento del inglés y su poca desenvoltura ante las artimañas legales y los ingentes intereses económicos de las grandes corporaciones de Estados Unidos.
El 11 de junio de 2002, el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los EE.UU honra la vida y el trabajo de inventor italoamericano. En la misma se reconoce que fue más bien Meucci antes que Graham Bell quien puede haber sido el inventor del teléfono. Reconoce además que demostró y publicó su invento en 1860 y concluye con un reconocimiento a su autoría en dicha invención.
Tras patentarlo, Bell comenzó una serie de demostraciones y conferencias públicas para introducir su teléfono entre la comunidad científica así como al público en general. Su demostración en la exposición del centenario en Filadelfia de 1876, el día siguiente, hizo del teléfono la noticia de titulares alrededor del mundo

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