Fue científico,
inventor y logopeda británico. Contribuyó al desarrollo de las
telecomunicaciones . Su madre era sorda, lo que influyó profundamente en su
trabajo. Sus investigaciones le llevaron a intentar conseguir la patente del
teléfono en América, obteniéndola en 1876,3 aunque el aparato ya había sido
desarrollado anteriormente por el italiano Antonio Meucci, no siendo éste
reconocido como su inventor hasta el 11 de junio de 2002.
Alexander Bell nació en Edimburgo, Escocia, el 3 de marzo de
1847 y murió de anemia en 1922 en Nueva Escocia, a la edad de 75 años.
Al nacer le pusieron por nombre Alexander. Más tarde,
suplicó a su padre que le pusiera un segundo nombre, como había hecho con sus
dos hermanos. Con motivo de su undécimo cumpleaños, su padre le permitió
adoptar "Graham" como segundo nombre, debido a la gran admiración que
sentía hacia un amigo canadiense de la familia llamado Alexander Graham.
En 1860 Antonio Meucci saca a la luz su invento, el
"teletrófono". En una demostración pública, la voz de un cantante se
trasmitió a una considerable distancia. Consciente de que alguien puede robarle
la patente, pero incapaz de reunir los 250$ que cuesta la patente definitiva,
tiene que conformarse con un trámite preliminar de presentación de
documentación que registra el 28 de diciembre de 1871 y que puede permitirse
renovar sólo en 1872 y 1873.
En cuanto tiene el acuse de recibo de Patentes, vuelve a
empeñarse en demostrar el potencial de su invento. En 1876, Alexander Graham
Bell registró una patente que realmente no describe el teléfono pero lo refiere
como tal. Cuando Meucci se enteró, pidió a su abogado que reclamara ante la
oficina de patentes de los Estados Unidos en Washington, algo que nunca sucedió.
Sin embargo, un amigo que tenía contactos en Washington, se enteró de que toda
la documentación referente al telégrafo parlante registrada por Meucci se había
perdido. Una investigación posterior puso en evidencia un delito de
prevaricación por parte de algunos empleados de la oficina de patentes con la
compañía de Bell.
En el proceso legal de 1886, Meucci tuvo que lidiar, incluso
contra sus propios abogados, presionados por el poderoso Bell, pero Meucci supo
hacer entender al juez que no cabía duda en cuanto a la autoría del invento
registrado. A pesar de que el gobierno de Estados Unidos inició acciones
legales por fraude contra la patente de Bell, el proceso embarrancó en el
arenal de los recursos por los abogados de Bell, hasta cerrarse a la muerte de
Meucci en 1889.
Meucci falleció pobre y amargado y jamás vio la gloria y el
reconocimiento de su talento, el cual chocó con su escaso conocimiento del
inglés y su poca desenvoltura ante las artimañas legales y los ingentes
intereses económicos de las grandes corporaciones de Estados Unidos.
El 11 de junio de 2002, el Boletín Oficial de la Cámara de
Representantes de los EE.UU honra la vida y el trabajo de inventor
italoamericano. En la misma se reconoce que fue más bien Meucci antes que
Graham Bell quien puede haber sido el inventor del teléfono. Reconoce además
que demostró y publicó su invento en 1860 y concluye con un reconocimiento a su
autoría en dicha invención.
Tras patentarlo, Bell comenzó una serie de demostraciones y
conferencias públicas para introducir su teléfono entre la comunidad científica
así como al público en general. Su demostración en la exposición del centenario
en Filadelfia de 1876, el día siguiente, hizo del teléfono la noticia de
titulares alrededor del mundo
Interesante para hacer un debate en clase
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